Arte exquisito en punto cadena
Bordados de Chiachio & Giannone.
En obras hechas con hilo y aguja se cruza lo doméstico con la naturaleza y la historia del arte.
por Laura Haimovichi.
Diario Clarin. 9-05-2016
"Tienen manos de hadas", les dice la señora de acento extranjero que acaba de ver la muestra. Daniel Giannone y Leo Chiachio agradecen el elogio por el trabajo que ahora culmina en la muestra Monobordados, palabras con calor que contrarresta el frío invernal que se ha anticipado. Es verdad que tantos hilos, lanas y paños colgados en la galería Pasaje 17 (el espacio de arte contemporáneo de la Obra Social del Personal del Organismos de control externo) producen un filtro respecto de la sensación térmica glacial que domina el exterior, tanto como la calidez con la que atiende esta pareja que se eligió en el arte y para la vida. Pero sus manos rudas y a un tiempo delicadas no son las de los personajes mágicos de la Bella Aurora Durmiente, cercanos a las agujas y ruecas.
Hace ya más de diez años que crean juntos con el bordado como técnica principal, aunque no es la única. El dibujo, la porcelana, la pintura también forman parte de sus medios expresivos. Pero lo que ahora se ve por primera vez en Buenos Aires, y tiene un catálogo que parece un libro de arte, son bordados, puntos cadena, cruz, pespunte, mosca, persa, festón sobre distintos tipos de paños, un universo textil que cruza lo doméstico con la naturaleza y la historia del arte (sobre todo, aquello que más les interesa: Henri Rousseau, Frida Kahlo, los maestros grabadores japoneses).
Ellos dicen que pintan con hilos y aguja y algo de eso hay porque es evidente que en sus labores impera una formación en diversas artes visuales y el estallido de color obedece a un trabajo muy estudiado en el campo de la luz. Nada es al azar, todo está muy pensado en cada uno de los trabajos manuales en los que suelen repetir sus autorretratos más las figuras de Piolín y Chicha, sus mascotas adoradas. Pero también están los sabios monos de Oriente, bellos cuerpos masculinos a los que han vestido como en los antiguos juegos de muñecas y que vinieron impresos en una tela que los deslumbró en San Francisco, paisajes tropicales desbordantes y desbordados de frondosas hebras, policromías y degradés.
La primer obra compartida fue Hechizos-allá por 2003 en Estudio Abierto de Harrods-que versaba sobre el amor y en la que combinaron pintura, bordado y sapitos de plástico sobre un colchón rescatado de un telo. Eran artistas emergentes entonces. Hoy sus obras se pueden admirar en museos y salas de los Estados Unidos, Holanda, París, donde preparan una nueva exposición este año.
Chiachio y Giannone trabajancon un arte que siempre transitó lafrontera, que no se escribe con mayúsculas, pero no es para nada menor. Tienen paciencia y silencio, horas y horas de usar agujas y bastidores, también de gimnasio para no quedar doblados y mantenerse en buen estado físico porque las labores lo requieren.
Giannone es cordobés y nació en 1969. Chiachio es de Banfield, Buenos Aires y nació en 1964. Se conocieron en una fiesta y descubrieron que el bordado era un tema común: Daniel había aprendido en el colegio de monjas esa técnica tan asociada al hogar y lo femenino; Leo, entre los costureros de las mujeres de su casa. Y lo que les salió, casi con naturalidad, fue subvertir esa actividad destinada por la tradición al espacio de la sumisión, buscando convertirlaen un arte emancipado.
Hay días en que bordan 8, 12, 14 y hasta 17 horas perdiéndose entre los algodones, el rayón, los hilos mouliné. Dicen que lo eligen. Como estar dos años laboriosamente con un mismo tapiz de 5 por 3 metros, fundar altares seculares o móviles con bolas de trapo bordadas intervenidas. O viajar y es entonces cuando se inspiran, planean, dan las puntadas estratégicas para luego alumbrar una obra singular, que no se parece a ninguna otra y que incluye el programa de su trama en forma de bocetos dibujados.
posted by chiachio & giannone at 12:01 a.m.
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